¿Qué es la artrosis? Causas, síntomas y cómo aliviarlos

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La artrosis es la patología articular más común en todas las especies del mundo, afectando tanto a los reptiles del Cretácico como a los humanos desde el Paleolítico. Esta enfermedad articular degenerativa consiste en un deterioro progresivo del cartílago hialino.

Este es el cartílago más abundante en el organismo y desempeña múltiples funciones, como la absorción de golpes y movimientos bruscos en las articulaciones. Por ello, al padecer artrosis, las articulaciones se ven afectadas en cuanto a la movilidad y las cargas que soportan.

La artrosis es una enfermedad degenerativa consistente en el deterioro progresivo del cartílago hialino. Este es el cartílago más abundante en el organismo y desempeña múltiples funciones, como la absorción de golpes y movimientos bruscos en las articulaciones. Por ello, al padecer artrosis, las articulaciones se ven afectadas en cuanto a la movilidad y las cargas que soportan.

Esta patología afecta principalmente a las articulaciones que soportan más peso, por lo que los casos más comunes son la artrosis de cadera y la gonartrosis o artrosis de rodilla. Pero también puede darse en articulaciones más pequeñas como en las manos.

A medida que la degeneración de estas articulaciones avanza, se generan mayores molestias y restricciones en el movimiento. Por lo tanto, muestra una sintomatología similar a la artritis, aunque la causa inicial de ambas sea distinta.

En el caso de la artritis los síntomas son causados por un proceso autoinmune espontáneo que provoca la degradación e inflamación de las articulaciones. En cambio, en la artrosis se genera por un daño en el cartílago de las articulaciones, puede acabar generando una inflamación crónica que lleva a procesos autoinmunitarios, por lo que esta enfermedad puede también ser llamada osteoartritis.

Síntomas de la artrosis

Las manifestaciones de la artrosis aparecen paulatinamente y van empeorando a lo largo de los años. Los signos principales de esta enfermedad son:

  • Dolor articular: Junto a la inflamación de las articulaciones, es el síntoma principal de esta patología. Generalmente, se da cuando se le pide a la zona dañada un esfuerzo. Este dolor mejora con el reposo. Sin embargo, si se le sigue exigiendo trabajo a la zona, empeorará durante el día.
  • Rigidez articular: Esta se presenta en mayor medida al despertarnos o al estar mucho tiempo inactivos y suele remitir al cabo de una hora tras realizar movimientos. Al decir ‘rigidez’, no significa que la persona afectada sea incapaz de mover la articulación, sino que debe forzarla para que lo haga y al hacerlo siente malestar. Este síntoma puede estar relacionado con una liberación insuficiente de cortisol en el cuerpo durante la noche. Sin embargo, no existen evidencias suficientes.
  • Inflamación de las articulaciones: La inflamación es uno de los procesos más importantes implicados en el desarrollo de esta enfermedad y la responsable de gran parte de la sintomatología. A nivel estructural, la osteoartritis es una enfermedad en la que el cartílago es degradado, sin embargo, no afectará solo al cartílago, sino que afecta a todos los tejidos que forman la articulación incluyendo membrana sinovial, líquido sinovial, hueso subcondral, etc.

El deterioro estructural de la articulación implica una pérdida del cartílago y un aumento de la cantidad de capilares en la articulación. Junto al dolor asociado a movimientos, también se producen o crepitaciones articulares. Cuando la enfermedad se encuentra en un estadio avanzado también se observa osificación del cartílago articular y deformaciones de las articulaciones que generan pérdida de función en dicha articulación e inestabilidad en la misma.

Tipos de artrosis

Existen diferentes modos de clasificar la artrosis que se diferencian por el origen de la patología o la zona afectada:

Según su origen

Según el origen de la artrosis, esta puede ser primaria o secundaria.

Artrosis primaria

Este tipo de artrosis corresponde al proceso en el que una articulación, anteriormente sana, enferma sin un motivo claro y que lo explique. Esta puede ser localizada o generalizada, que es cuando afecta a más de tres zonas.

Artrosis secundaria

A diferencia de la primaria, este tipo de artrosis se produce por un factor identificado y claro. La artrosis secundaria puede deberse a una artritis reumatoide, gota, una lesión anterior, displasia congénita de cadera y otro tipo de patologías o enfermedades.

Según la zona afectada

Según la zona afectada existen diferentes tipos de artrosis:

Artrosis de cadera:

Se produce por el desgaste del cartílago que recubre la cabeza del fémur y el hueco de la pelvis donde se coloca. Este cartílago evita que los huesos rocen directamente entre ellos y facilita el movimiento entre estos huesos. De esta manera, al deteriorarse, el encaje entre la cabeza del fémur y el hueco de la pelvis no se efectúa correctamente. La artrosis de cadera evoluciona muy lentamente y es más común en personas de mayor edad.

Artrosis cervical:

Se produce cuando se degenera el cartílago de las articulaciones de la columna cervical. Su principal síntoma es el malestar en la zona del cuello debido a algún movimiento. Suelen padecerla las personas mayores de 50 años.

Artrosis lumbar:

Este tipo de artrosis se debe al desgaste del cartílago situado entre las vértebras de la columna lumbar. El síntoma más frecuente es dolor localizado en la zona tras exigirle un esfuerzo o sobrecarga a la zona. Este malestar puede irradiarse a otras zonas, como el muslo o el glúteo.

Artrosis de rodilla:

Este tipo de artrosis es uno de los más comunes, ya que esta articulación soporta mucha carga, tanto de nuestro propio peso como de los objetos que transportamos. Se produce por un desgaste en el cartílago que cubre esta articulación, dejando los huesos menos protegidos.

Artrosis en las manos:

Suele aparecer entre los 40 y los 50 años y es más frecuente en mujeres. Provoca una pérdida de movilidad en la zona y una deformidad en los huesos de los dedos.

Causas de la artrosis

Las causas de la artrosis no están demasiado claras a día de hoy, pese al trabajo de investigación constante que se ha desarrollado durante años. Sin embargo, sí se conocen algunos factores de riesgo que favorecen el desarrollo de esta enfermedad:

  • El envejecimiento es uno de los factores claves y más comunes para la aparición de esta patología articular. Los casos aumentan a partir de los 50 años.
  • La genética también influye y juega un papel importante en la artrosis primaria. De hecho, se considera que la genética es la causa de la artrosis en el 50% de las personas con esta patología.
  • Por otra parte, la obesidad es también un factor de riesgo, fundamentalmente en la artrosis de rodilla. Esto se debe a que dicha articulación soporta demasiada carga durante el día.

Otros factores que pueden influir en la aparición de la patología son el inicio de la menopausia, trabajos que conlleven mucho esfuerzo, diversos traumatismos o el sexo, siendo más predominante en las mujeres que en los hombres.

En la osteoartritis, además, las microfracturas generan inflamación, lo cual promueve la destrucción de más tejido y a la vez, mayor inflamación y mayor destrucción. Este proceso acaba generando lesiones graves y formación de capilares que provocan no solo hinchazón, calor y rojez del área afectada, sino también la entrada de gran cantidad de células del sistema inmunitario que, debido a la cronicidad del proceso, empiezan a generar anticuerpos específicos contra las estructuras dañadas y atacan al propio colágeno.

Tratamiento para la artrosis

La artrosis no tiene cura a día de hoy. Sin embargo, existen diferentes tratamientos que alivian el dolor y reducen la inflamación de la osteoartritis y que dependen del tipo de articulaciones afectadas.

Existen acciones como la pérdida de peso, el ejercicio en agua, etc. que son recomendados para todos los tipos de osteoartritis según la Sociedad Internacional de Investigación en Osteoartritis. En cuanto al tratamiento farmacológico, encontramos antiinflamatorios no esteroideos tópicos, antiinflamatorios orales, inyecciones intraarticulares de corticosteroides e incluso intervenciones quirúrgicas.

Fármacos para la artrosis

En cuanto a los fármacos recomendados para el tratamiento de los síntomas de la osteoartritis, encontramos diferentes gamas de productos entre los que destacan los AINES.

En cuanto a la composición de estos productos, hay algunos elementos de origen natural que, según diferentes estudios científicos, pueden mejorar los síntomas de la artrosis. Entre ellos se encuentra el árnica, una hierba de Europa central cuyo uso continuo disminuye el dolor, la inflamación y la rigidez.

El cannabidiol es otro componente con una gran cantidad de estudios relacionados con la artrosis. Se ha evidenciado que mejora el dolor en pacientes con artrosis que han tomado esta sustancia. Su aplicación tópica también ha resultado efectiva para reducir la inflamación en pacientes con artrosis y diferentes dolores óseos.

Medidas físicas

En cuanto a las medidas físicas se recomienda la fisioterapia para ayudar a reducir la inflamación y la rigidez. También son recomendables el senderismo y la natación, siempre de una manera calmada y sin forzar la zona con un esfuerzo superior al que pueda soportar.

Referencias

Manuales MSD, & Villa-Forte, A. (2019). Rigidez de las articulaciones. Recuperado 12 de junio de 2021, de https://www.msdmanuals.com/es-es/hogar/trastornos-de-los-huesos,-articulaciones-y-m%C3%BAsculos/s%C3%ADntomas-de-los-trastornos-musculoesquel%C3%A9ticos/rigidez-de-las-articulaciones

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